16/3/09

espectaculo RADIOLANDIA








Qui Patagonia. Rispondete, Italia?

20/04/2009

Al Piccolo Teatro Campo d’Arte, la Compagnia Patagonchè presenta Radiolandia, scritto e interpretato da Hector Ledo

Roma, 20 apr 2009 – Con la radio, nel XIX secolo, è iniziata la globalizzazione. Delle lingue, delle voci, dei vissuti, prima ancora che delle merci e delle barzellette sui capi di governo. Duecento anni dopo, le frequenze si sono moltiplicate e il loro uso politico anche, ma alla radio riconosciamo ancora il fascino retrò della comunicazione soffiata attraverso chilometri di onde lunghe, affidata al mistero elettrico della Trasmissione

radio è l’ultima bolla di romanticismo nel macello dei mass media. E così la immagina Hector Ledo, poetico, visionario sindaco di Radiolandia: patria ibrida sita tra Roma e la Patagonia, crocevia immaginario di storie, di sogni, di raptus creativi. Hector è lo speaker sdoppiato di due stazioncine poste agli antipodi, a Campo d’Arte e sulle Ande, collegate in diretta per scambiarsi racconti di viaggi e di viaggiatori, di vie e di viandanti, di migrazioni e di immigrati. La cabina di regia è la pedana da cui il protagonista spicca il volo per l’ignoto, evocando voli transatlantici, naufragi improvvisi, eruzioni vesuviane, imbarchi clandestini, dogane militarizzate. I suoi attori sono le sue facce e i suoi copricapo, gli occhiali posticci e le smorfie marcate, un burattino alter-ego, rondini di carta, figurette di pezza e una serie di tele bianche da spennellare negli stop musicali. E la musica, appunto: schitarrate argentine, canti esotici, voci di pampas, di giungle e di porti. Un carnevale allegro e naïf per saldare i continenti, abolire le distanze, riconciliare le diversità. Ledo è un eroe marqueziano, un’anima pura che sostiene il cosmopolitismo al di là dei pregiudizi, delle asperità del viaggio, della nostalgia di casa, dei confini culturali eretti dalla paura. Col suo bel sorriso, invita a partire, scarichi di zavorre mentali."La strada è l’anima di cui sono fatte tutte le anime – dice. Traduzione: non scaviamo nelle ragioni dei viaggi per trarne impressioni arbitrarie e parziali; non riduciamo un motoscafo africano a una minaccia e una rotta Sud America-Italia a una ricerca disperata di fortuna. Importante non è solo la motivazione, ma il momento del viaggio: quella parentesi sospesa sulla quotidianità, quella concessione temporanea ai sogni, che è la più totale delle gioie. Nell’ottica di chi è sintonizzato su tutte le onde a tutte le latitudini, non esistono più onde né latitudini. Esiste solo la curiosità. Dentro ognuno c’è la vocazione a cambiare, l’istinto a salpare per altri lidi, un piede teso fuori dall’uscio di casa: è quella molla nascosta che ci accomuna e ci avvicina. Tutti: globe trotter e pantofolai, emigranti di ieri e di oggi, giovani e naufraghi di belle speranze.

Radiolandia è una fabbrica di chimere e di suggestioni ed Hector Ledo è il suo Willy Wonka.

Elisa Lorenzini




































Radiolandia è la storia di un viaggio raccontato d
alla voce di uno speaker in un programma radiofonico che si trasforma in uno spettacolo di burattini, che si trasforma ancora in disegni dal vivo che si trasformano a loro volta in molti viaggi…alla ricerca del caldo, del cibo o di una strada che si trova en tutte le parte… una strada del cuore, una calle con corazòn.

Un omaggio alle migrazioni di ogni tipo, utilizzando diverse forme espressive unite tra loro dal suono incalzante di una trasmissione radiofonica argentina.





Teatro- (2006)

Un guión para Tinelli


-tragedia humorística en el acto-
de Enrique Symns
protagonizada por Symns y Héctor Ledo

Sábados de marzo y abril / 00,30 hs.
Foro Gandhi
Av.Corrientes 1743

A mediados del 2005, Ideas del Sur tuvo un grave problema con el guión de la tan anunciada serie "Criminal". Marcelo T., entonces, le insinuó a sus productores que contrataran a Enrique Symns para escribir un guión en....dos horas!!
En esta obra, interpretada por los mismos Symns y Ledo, podremos conocer el guión que nunca llegó a manos de MT ya que el dinero ofrecido lejos estaba de lo requerido por el autor.





Dijo Tom Lupo* : "Symns dice lo que muchos querríamos decir y no lo hacemos", escuché que decía una espectadora al terminar la función. Agregaría que propone cosas que soñamos y no nos animamos porque no es fácil abandonar costumbres, familia y partir por los caminos. Un guión para Tinelli es, sin dudas, la obra más "diferente" que uno puede ver en Buenos Aires. Por lo que se dice sin concesiones, por la forma genial en que Symns y Ledo (una revelación) lo ponen en escena y por lo imprevisible que tiene como debería tener toda obra de arte verdadera, donde uno corre el riesgo de ser transformado. Y al igual que Miller, se pasa de una follada imposible a la metafísica original desde la cuál, uno puede pensar qué mierda es el Universo y cómo es posible que vivamos como si supiéramos de qué se trata. Y como plus, la descripción de lo que es una ciudad, de lo que verdaderamente es una ciudad, sus paredes y sus calles, sería motivo de envidia de algún arquitecto que aún anda buscando revolucionar su discurso. Yo soy ateo gracias a Dios, como dicen los filósofos santiagueños, pero si el quía llegara a existir diría que es un pecado no ver esta obra, porque tal vez para poder hablar de estas cosas, es que esa basura llamada humanos recalaron en el planetita girante que algún dìa será recuerdo de nadie. TL
*Tom Lupo: escritor, psicoanalista y periodista. Conduce los programas radiales En mi propia lengua (FM Radio Nacional Faro), El Tom Lupo Show (Radio Nacional AM), Misteriosa Buenos Aires (Radio de la ciudad) Es reconocido, desde hace años, por su trabajo como difusor de la poesía

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Dijo Revista Veintitres: "El under de los ochenta, llega en forma a la calle Corrientes"
El adagio popular reza que quienes vivieron el espíritu de los años ochenta, necesariamente no los recuerdan. Sin embargo habrá quienes recuerden a Enrique Symns, quien debuta en la escena teatral...Así, el guión apela a árabes suicidas para destruir la Casa Rosada-y sus habitantes-, a ladrones armados en actitud Tarantino, a prostitutas púberes, a las posibilidades técnicas del cosmos y hasta a Jesucristo. Todo con una mesita como único sostén en el escenario. La actuación de Ledo es brillante y el guión sorprende por su corrosividad, cinismo y coherencia... Diego Rojas




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Una comedia con actitud

Quien conoce a Enrique Symns, al menos por su incursión en los medios de comunicación, sabe que no se trata de un tipo cualquiera. Por lo tanto, tampoco podía hacer una obra de teatro común y corriente.

Empezando por el nombre -Un Guión Para Tinelli-, la "tragedia humorística en el acto" que el periodista está presentando todos los sábados en el Auditorio Gandhi desarrolla toda una serie de situaciones desopilantes que despiertan en el público no sólo carcajadas, sino también motivos de reflexiones filosóficas y un pesimismo bien fundamentado que deja en la mente una extraña sensación de oscura sabiduría.

Pero esto último no se sospecha al leer de qué se trata la obra: "A mediados del año pasado, Ideas del Sur tuvo un grave problema con el guión de la tan anunciada serie Criminal. Por lo tanto, Marcelo Tinelli, le insinuó a sus productores que contrataran a Enrique Symns para escribir un guión en... dos horas!!!".

El resto hay que verlo. Dos actores en escena (el propio Symns y Héctor Ledo), un par más de personajes, alcohol, cocaína y discursos sublimes, invitan a conocer no sólo qué pasó con el guión, sino una mayor cantidad de historias al mejor estilo El Señor De Los Venenos (autobiografía del periodista que escribe artículos para revistas como La Otra y La Mano), que la vuelven una de las propuestas más originales de la cartelera porteña.

Symns como actor se muestra a la altura de las circunstancias, y Héctor Ledo (un multifacético actor, cantante y locutor que además dibujaba comics en la mítica Cerdos & Peces) se despacha como una notable revelación, especialmente en las cumbres de la comedia, aunque algunas señoras puedan levantarse horrorizadas y marcharse en medio de la función cuando aparece vestido de prostituta y comienzan a escucharse palabras como "pija", "puta" o "leche", en la significación más sexual del nutritivo término.

Aquí no hay escenografías grandilocuentes, ni mucho más sonido que el de una vaca insoportable, ni mucho más efecto que el de una sangre aguada sobre el pecho de los protagonistas. Pero nada de eso es necesario cuando el guión refleja desde la desesperada necesidad de crear cosas delirantes producida por la droga, hasta los aspectos más lamentables de los argentinos, la urbanidad, el patetismo de la televisión y la estupidez humana que, por suerte, se nota cobija excepciones en artistas como Symns y Ledo.
Cecilia Martínez Ruppel





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